Proyectos creativos escolares
Pedagogía de proyectos en Arte y Diseño
Desde 2018 hasta 2021, enseñé Arte y Diseño en una escuela pública china en Pekín, impartiendo clases en francés a estudiantes locales de diferentes edades y niveles. Inspirado por Bruno Munari, desarrollé una metodología en la que cada proyecto creativo duraba entre tres y seis clases, con temas variados pero una estructura consistente basada en diez categorías.
Durante tres años, he enseñado Arte y Diseño en una escuela pública china, afiliada a la Universidad de Estudios Internacionales de Pekín. Trabajaba en el programa bilingüe sino-francés, que ofrecía clases de francés como lengua extranjera (FLE), así como de artes, ciencias y deporte a un grupo selecto de alumnos. Después de unos meses de experimentación, apliqué una pedagogía de aprendizaje basada en proyectos en la que los alumnos exploraban un tema produciendo resultados creativos frente a los desafíos de cada fase. A través de estos proyectos, pudieron aprender la lengua francesa de manera diferente, poniendo en práctica sus conocimientos en un marco artístico.
Los alumnos aprendieron a describir obras de arte, sus propios resultados, los de sus compañeros; aprendieron a seguir las instrucciones de un proyecto y explicar cómo llevarlo a cabo; así como expresar su opinión en un aula que se transformaba en taller. Asimismo, estas habilidades lingüísticas se sumaron a los fundamentos que constituyen la disciplina, es decir el proceso creativo y el resultado plástico de los proyectos, enfatizando el estado comprometido de cada alumno hacia su trabajo a lo largo de su recorrido artístico. A su vez, mi figura de profesor se presentaba a los alumnos como la de un guía, convirtiéndome en un facilitador de conocimientos, un motivador y un experto en contenido; incluso un diseñador pedagógico o un gestor de proyecto, ya que mi trabajo consistía en diseñar y planificar proyectos en los cuáles los alumnos pudieran pensar de forma crítica, resolver problemas, colaborar y gestionar su tiempo de trabajo. Por ende, en este apartado web se explican los métodos creativos de enseñanza tal y como se han aplicado de forma transversal a los cuatro diferentes grados, teniendo también en cuenta las distintas subdisciplinas impartidas (dibujo, diseño, arquitectura, etc.).
Las preposiciones de tiempo “de/a” definen el inicio y el final de un proyecto. Entre ellos, el proceso se caracteriza por fases de cambio ya que un proyecto avanza paso a paso, y este cambio puede variar de un método a otro. Si miramos de más cerca, hay constantes en los proyectos realizados con los alumnos que pueden ser analizadas, comunicadas y utilizadas repetidamente. Se revelan en diez métodos, que defino abajo, siendo el núcleo de más de cuarenta proyectos, conduciéndonos a una experimentación estructurada. Como diseñador y pedagogo, tengo vocación por la experimentación y me mueve la curiosidad por saber qué pueden hacer los alumnos para responder a los retos que se exponen en cada paso de un proyecto. Los métodos los guían al plantear una base estable sobre la cual pueden dar rienda suelta a su creatividad, y les permiten ver que el proceso es tan esencial como el resultado.
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Para aplicar dichos métodos, las lecciones tenían que estar estructuradas. Los trabajos realizados con alumnos de cuarto y quinto grado duraron un período de seis lecciones de cuarenta minutos cada una, mientras que los proyecto realizados con sexto grado y 1ero de la ESO duraron tres lecciones cada una. Cada semana, los alumnos debían responder a un nuevo problema de forma individual o colectiva que les permitiera avanzar en su proyecto. Una lección siempre estaba formada por dos fases, con quince minutos de nociones de lenguaje y teoría del arte a media hora de práctica. En la última lección, los alumnos eran evaluados y terminaban la unidad presentando su proyecto oralmente e interactuando con el resto de la clase. La mayoría de estos proyectos se diseñaron tomando ideas de varias fuentes de inspiración, como los programas chinos y franceses, problemas del mundo real, proyectos pasados míos así como intereses y experiencias del cotidiano de los alumnos, entre otras referencias. Una vez realizados los proyectos, se categorizaban como parte de un método que se iría perfeccionando año tras año.
El desafío fue hacer que los alumnos aprendieran un idioma extranjero tan complejo como el francés mientras realizaban sus proyectos creativos. La mayor parte del vocabulario enseñado para fortalecer sus habilidades orales y escritas variaba según los temas elegidos y otras palabras eran más constantes independientemente del proyecto. Estas últimas son términos técnicos de uso habitual en los campos creativos (herramientas, colores, verbos de acción, etc.). Así como existen métodos para diseñar proyectos, también existen métodos para el lenguaje en contexto artístico. El lenguaje está presente antes de que comience el proyecto, durante el proceso y cuando finaliza. Primero, se les puede pedir a los alumnos que sigan las instrucciones del proyecto, lo que aviva su comprensión. Una vez completado el proyecto, se les puede pedir que expliquen cómo lo hicieron presentando el proceso y sus etapas.
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Los alumnos pueden solicitar oralmente a su profesor o compañeros de clase para ayuda y consejos mientras realizan su proyecto. Los temas de los proyectos pueden encontrar un eco en la historia del arte y estimular el estudio de obras de artistas, diseñadores y arquitectos. Como tal, los alumnos aprenden a observar, analizar y describir obras de arte. También aprenden a expresar una opinión o sentimiento, a discutir sus gustos y disgustos. Después de algunos años, pueden incluso saber justificar sus respuestas, participando en un debate más amplio. Como se entiende, los trabajos de los alumnos son de gran inspiración, para nosotros los profesores, para desarrollar continuamente métodos inventivos de enseñanza.



