Espacios
¿Dónde encontrar más objetos re-orientados?
1. La cárcel
La cárcel es el primer lugar que encuentro particularmente interesante para estudiar la necesidad de reutilizar objetos. A los reclusos se les prohíben muchos objetos del mundo exterior y es fascinante analizar la ingeniosidad que puede haber entre las paredes de una prisión cuando la función de ciertos objetos cambia. De momento, mi única fuente de información son las películas y las series, pero, aunque sean ficticias, los directores y actores eran muy conscientes de esta situación de re-utilización. ‘Prison Break’ (2005 – 2017) u ‘Oz’ (1997 – 2003) muestran en muchas ocasiones la metamorfosis de objetos cotidianos en armas o herramientas para escapar, normalmente pequeñas y ocultas para los demás reclusos y guardias. En ‘Un condenado a muerte se ha escapado’ (1956) de Robert Bresson, el protagonista usa una cuchara de metal robada como cincel para quitar partes de madera de la puerta y ver qué sucede afuera para luego escapar de la celda. Es aún más evidente en ‘La evasión’ (1960) de Jacques Becker o ‘El hombre de Alcatraz’ (1962) de John Frankenheimer, donde se reutilizan objetos para escapar en la primera o para cuidar pájaros en la segunda. La ingeniosidad no surge necesariamente cuando el fondo de una botella se usa como bebedero para pájaros, lo que puede parecer una idea fácil de tener, pero cuando se da un paso más allá, por ejemplo, usando un calcetín para calentar un pájaro. Hay un continuo de creatividad que se extiende por grados, y muchas veces el público de dichas películas o series sobre fugas de prisión busca dejarse sorprender. Eso también puede pasar al leer un libro, como cuando el narrador de Stefan Zweig en ‘Una partida de ajedrez’ (1943), juega al ajedrez en su celda con migas de pan. Sería fascinante estudiar la prisión como caso de estudio real en lugar de narraciones ficticias, para luego clasificar el tipo de objetos reutilizados y diseñar, por ejemplo, un manual pedagógico para el personal penitenciario.



